Hace unos días se publicó en el Diario de Cádiz un artículo que versaba sobre nuestra novedosa actividad al aire libre. No vamos a hablar aquí de las ventajas que tiene lo que hacemos con los alumnos, en los diferentes lugares que ya hemos conquistado para nuestra escuela pública, y que se han convertido ya en símbolo de otras formas de dar clase. Son ideas que refleja muy bien el artículo en cuestión, y de las que ya hemos hablado en otro momento. Lo que sí es fundamental, y se destaca al final del artículo que adjunto al presente escrito, es la necesidad imperiosa que tenemos los profesores que formamos parte de este grupo de trabajo, de conseguir los recursos necesarios para poder continuar con esta actividad.
Todos nosotros, con Jesús Moreno a la cabeza, aspiramos a que se plantee la permanencia de la docencia al aire libre como un recurso de gran trascendencia pedagógica durante los próximos años. La sincronización de las aulas ha hecho imposible seguir con esta actividad porque no podemos dejar a la mitad del grupo sin clase. La única solución es que nos acompañen a realizar esta actividad pero sin perder la conexión con ellos mediante internet. Algunos alumnos y profesores han ofrecido sus medios para llevarlo a cabo, pero si queremos que esta actividad sea seria y respetada como un recurso importante en nuestro centro, y en el que de verdad creemos, es vital que no dependa de la solidaridad o de la buena voluntad de alumnos y profesores.
Por lo tanto, pedimos a la Administración que reconozca la docencia al aire libre como un recurso pedagógico de gran importancia para el alumno, contribuyendo a su implementación con los recursos informáticos necesarios para poder continuar con la misma, en un contexto de sincronización en el aula que nos impide realizar este tipo de actividad al aire libre por otros medios.
Víctor Vegas Conejo
Profesor de Geografía e Historia
